Rinoplastía Ultrasónica (estética y funcional)
La RINOPLASTÍA ULTRASÓNICA es la cirugía nasal con la que se logra resolver los problemas estéticos y funcionales a través del uso de tecnología de vanguardia, lo que permite una alta definición y una rápida recuperación.
Sobre este tratamiento

La RINOPLASTÍA ULTRASÓNICA es un procedimiento quirúrgico estético y funcional, en el que se utiliza tecnología de ultrasonido para esculpir y modificar la forma de la nariz. En lugar de herramientas tradicionales como cinceles o bisturíes, se emplea un dispositivo ultrasónico “Piezotomo” que emite vibraciones de alta frecuencia para suavizar y esculpir el cartílago nasal con mayor precisión. Esto permite a los cirujanos realizar cambios detallados y sutiles en la nariz, generalmente con menos hinchazón y moretones que en las rinoplastias convencionales. En resumen, la rinoplastia ultrasónica es una técnica quirúrgica avanzada para mejorar la apariencia de la nariz utilizando ondas de ultrasonido para esculpir el cartílago nasal. Permite modelar la nariz sin dañar los tejidos, permitiendo resultados:

✅ Más delicados
✅ Sin sagrados ni hematomas
✅ Menos dolor
✅ Menos inflamación
✅ Sin internación
✅ Rápida recuperación
✅ Sin tapones nasales.

Somos de Buenos Aires, Argentina. Te invitamos a realizar una consulta presencial (Puerto Madero) u online para evaluar tu caso en particular, conocer tus expectativas respecto a la cirugía y realizar un planeamiento mediante un examen detallado y una simulación preoperatoria virtual explicando los posibles resultados que se podrían lograr con la cirugía.

La consulta es de alrededor de 1 hora y tiene un costo de $20.000 (pesos argentinos). El presupuesto de la Rinoplastía primaria tiene un costo aproximado de 2.500 USD (dólares) y la Rinoplastía secundaria un costo aproximado de 4.000 USD (dólares) en efectivo en un pago. Se puede abonar en efectivo en pesos tomando dólar blue al día de abonar el procedimiento.

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Especificaciones
Quirófano
Realizamos todas nuestras cirugías en quirófanos avalados por el Ministerio de Salud y en las mejores condiciones.
Internación
Es una cirugía con internación ambulatoria. Por lo que tendrás el alta el mismo día de la cirugía.
Beneficios
Duración
Procedimientos de entre 2-4 hs.
Recuperación
Cirugías de rápida recuperación.
PREGUNTAS FRECUENTES

La rinoplastía es la cirugía que permite mejorar el aspecto estético, modificando la forma y el tamaño de la nariz y además lograr mejoras considerables en la función. 

La nariz no solo es un órgano sensorial sino que además tiene una importancia social clave. Debemos tener en cuenta que la nariz es el centro de muchas miradas. Es decir, es una de las partes del rostro que más pueden definir a una persona, por lo que es necesario armonizarla junto con el resto de elementos de la cara para lograr esa naturalidad tan buscada. 

Mediante las rinoplastías podemos mejorar no solo la respiración, sino también la actividad física y laboral de los pacientes y además, adicionalmente, lograr grandes beneficios personales, del desarrollo, autoestima y de la vida en sociedad fortaleciendo la interacción con los demás.

La rinoplastía busca naturalidad y armonía y combinar los beneficios estéticos con los funcionales. Es mejor no imitar otras narices y buscar la que mejor encaja con nuestra cara. Es importante que consultes con tu cirujano, identifiques las zonas de tu nariz que no te gustan y quieres cambiar, y seas consciente de lo que podrás conseguir con la operación y lo que no.

La rinoplastía ultrasónica es una nueva forma de realizar rinoplastías. Permite modelar la nariz utilizando tecnología que mediante el ultrasonido desgasta los huesos sin dañarlos agresivamente como se realizaba antes, logrando mejor precisión en los resultados, reduciendo el número de secuelas y favoreciendo el postoperatorio de los pacientes disminuyendo el grado de inflamación, dolor y hematomas.

Existen múltiples indicaciones estéticas para realizar una rinoplastía ya que con ella se modifica la forma y tamaño de la nariz en busca de una mejor estética facial. Éstas incluyen gibas prominentes, puntas caídas, puntas globosas o cuadradas, desviaciones nasales, secuelas de traumatismos o rinoplastías previas, poca definición de la punta, narices anchas con fosas nasales amplias, etc. 

Lo que siempre se busca con la rinoplastía estética es mejorar la apariencia del rostro del paciente que se siente acomplejado por una nariz que no es armoniosa logrando una imagen final deseada.

Con la rinoplastía se puede tratar la insuficiencia respiratoria nasal, que es la dificultad para respirar por la nariz. 

Las indicaciones funcionales incluyen alteraciones o malformaciones, como pueden ser desviaciones del tabique o hipertrofias de cornetes que dificultan la respiración. En todos los casos se realiza un análisis funcional de la nariz con la finalidad de que el paciente respire bien por la nariz luego de operarse.

La rinoplastía ha ido evolucionando con el tiempo y con el uso de la tecnología. Muchos cirujanos plásticos continuan realizando las fracturas óseas y el tratamiento de las gibas con medios mecánicos mediante rinoplastías tradicionales (osteótomos, martillo, etc) lo que genera trazos menos precisos y delicados. 

Con la rinoplastía ultrasónica, utilizamos la ultima tecnología existente en el mercado, para lograr resultados que antes no se lograban en la cirugía de nariz. El uso del ultrasonido, nos permite modelar los huesos de la nariz, de una forma super precisa, sin tener que dañarlos y romperlos agresivamente disminuyendo la inflamación de los tejidos y reduciendo el número de secuelas. 

La modernización de la rinoplastía se evidencia en el postoperatorio de nuestros pacientes que presentan mucho menos inflamación de la nariz y el rostro, menos presencia de hematomas, menor dolor posterior a la cirugía, permitiendo una rápida recuperación y vuelta a su vida normal y lo que es más importante logrando resultados más delicados y precisos.

La rinoplastía es una cirugía y permite un abanico amplio de posibilidades para realizar mejoras tanto estéticas como funcionales en la nariz brindando cambios definitivos, este tratamiento requiere una preparación previa, controles postoperatorios y se realiza en un quirófano con un equipo de cirujanos plásticos especialistas en rinoplastías y un médico anestesiólogo. 

Las rinomodelaciones en cambio son modificaciones de la nariz con ácido hialurónico y permiten lograr solamente algunas mejoras estéticas de la nariz (nunca funcionales) en forma temporaria. Éste procedimiento se realiza en forma ambulatoria por un médico especialista en medicina estética en un consultorio y con anestesia local y no requiere mayores cuidados post tratamiento.

Los pacientes que se realizaron rinomodelaciones tienen la obligación de avisar a su cirujano de este tratamiento ya que está demostrado que en muchos casos crónicamente persiste producto inyectado, fibrosis o eventualmente una reacción inflamatoria en los sitios de aplicación que podría complejizar su cirugía mas en pacientes que hayan sido sometido a varias sesiones de rinomodelaciones o se hayan realizado este procedimiento con rellenos no biodegradables. Además, las rinomodelaciones generan alteraciones de la nariz en cuanto a volumen que podrían alterar el plan quirúrgico del cirujano. Por lo que, sugerimos a nuestros pacientes no solo dar aviso al cirujano de éste tratamiento previo sino también eventualmente intentar revertir el procedimiento mediante aplicación de hialuronidasa inyectable (enzima que degrada parcial o totalmente el acido inyectado) para tornar la nariz a su estado previo, lo que en ocasiones requiere más de una aplicación y en algunas otras no revierte el proceso en forma completa.

Existen múltiples formas de clasificar las rinoplastías. En cuanto a las formas de abordar la nariz existen 2 tipos de técnicas. La primera se llama “técnica cerrada” donde las incisiones se realizan por dentro de los orificios nasales de modo que son absolutamente invisibles. En cambio la “técnica abierta” requiere de una pequeña incisión en la columela (columna que separa los orificios nasales por debajo). La elección de la técnica va a depender del problema que se requiere resolver. Para corregir los problemas relacionados con una giba dorsal, la “técnica cerrada” suele ser suficiente. En cambio, cuando el cambio más importante se debe realizar en la región de la punta nasal, se suele recurrir a la “rinoplastía abierta”. La elección final de la técnica la realiza el cirujano. La técnica abierta deja una cicatriz casi invisible en la columela que, si el paciente la busca con un espejo desde abajo, la va a poder observar pero el resto de la gente no la va a notar. Nosotros elegimos la vía abierta en la gran mayoría de los casos, porque entendemos que tenemos más capacidad de reproducir el resultado que deseamos utilizando este abordaje.

Otra forma de clasificar las rinoplastías es en cuanto al manejo de los tejidos y la necesidad de estructurar las narices para mejorar su soporte, es así, que existen “rinoplastías de preservación” donde se preservan la mayor cantidad de tejidos y ligamentos y las “rinoplastías de estructuración” donde se utilizan generalmente injertos de cartílago (del tabique, costal o de oreja) para mejorar el sostén o la forma de la nariz. De la combinación de ambas surgen las “rinoplastías híbridas” con sus variantes. Nosotros realizamos rinoplastías estructurales en la gran mayoría de los casos porque consideramos que son las ideales para nuestros pacientes por los tipos de piel y cartílagos que presentan.

La última forma de clasificar las rinoplastías es en tradicionales en las que se realizan técnicas en las que se busca más tratamientos en el menor tiempo posible con quizás más agresión controlada a los tejidos y las nuevas técnicas que combinan conceptos de la rinoplastía de preservación y el manejo delicado de tejidos y la mayor indemnidad de estructuras conjuntamente con la rinoplastía ultrasónica.

La rinoplastía con fines estéticos se recomienda realizar luego de que se haya completado el 90% del crecimiento de la nariz. Esto ocurre luego del “estirón” puberal. En las niñas generalmente se puede realizar la intervención luego de los 13 o 14 años y en los varones a partir de los 15, criterio compartido con la Asociación Americana de Cirugía Plástica y Asociación Americana de Cirugía Plástica Facial. Ésta regla no es absoluta, existen casos de rinoplastía en niños más pequeños si existiera indicación médica o problemas de salud asociados. Hay que tener en cuenta que los menores de edad deben tener el consentimiento de ambos padres para la realización de la intervención quirúrgica. También hay que tener en cuenta la madurez psicológica del paciente para pasar por un proceso quirúrgico que modifica su imagen.

Si bien se desaconseja siempre el hábito tabáquico, los profesionales de la cirugía plástica recomendamos no fumar por al menos 4 semanas anteriores y posteriores a la operación de rinoplastía. Eliminando el hábito de fumar durante este tiempo logramos que nuestro organismo vaya eliminando la nicotina y con ello, nuestras arterias recuperarán su tamaño y la sangre llegará con normalidad a todos los tejidos.

El tabaco está totalmente desaconsejado antes, durante y después de la intervención quirúrgica ya que provoca vasoconstricción en los capilares sanguíneos lo que, en el caso de la rinoplastía, dificultaría la llegada de nutrientes y de oxígeno a la zona de la nariz, con lo que se mermaría la capacidad de cicatrización.
Consumir alcohol también está desaconsejado durante la semana anterior a la operación, pero, sobre todo, no se debe beber alcohol durante el día anterior a la operación. El alcohol incrementa el riesgo de sangrado durante y después de la operación.

También se desaconseja su consumo tras la operación, al menos durante las dos semanas posteriores. El alcohol interfiere en la efectividad de los medicamentos que debemos tomar tras la intervención y, en el caso de la rinoplastía, puede resecar más la piel e incrementar la hinchazón. Antes de la operación también se desaconsejan las comidas pesadas.

Antes de programar la rinoplastía, debes reunirte con el cirujano para analizar los factores importantes que determinarán si la rinoplastía es el tratamiento ideal para vos y si te encuentras en condiciones de atravesar ese proceso. En general, esta reunión abarcará lo siguiente:

  • Historia clínica. La pregunta más importante que te hará el médico será cuál es tu motivación (porqué querés operarte) y cuáles son tus objetivos (que cambios querés lograr y que resultado es el que te gustaría). El médico también te hará preguntas de rutina sobre tus antecedentes médicos personales, familiares, de alergia, medicamentosos, de anestesias y cirugías previas (evaluando cicatrización y sus formas). Indagará sobre antecedentes de obstrucciones nasales y cirugías y traumas nasales previos.
  • Examen físico. Se hará un examen físico minucioso donde se revisarán tus características faciales, y la configuración interna y externa de la nariz.
    El examen físico ayuda al médico a diagnosticar todos los inesteticismos corregibles o no con las técnicas quirúrgicas y se evalúan además las características físicas propias del paciente como el grosor de la piel o la fortaleza de los cartílagos en la punta nasal ya que pueden afectar los resultados postoperatorios. Se diagnostican, se identifican y se explican en forma conjunta con el paciente todos los detalles de cada caso en particular (gibas prominentes, puntas caídas, puntas globosas o cuadradas, desviaciones nasales, secuelas de traumatismos o rinoplastías previas, poca definición de la punta, narices anchas con fosas nasales amplias, etc.). Además, el examen físico es fundamental para determinar el impacto de la rinoplastía sobre la respiración, se indagará sobre respiración en estado de reposo y en la actividad laboral y en el deporte y se harán maniobras para evaluar la ventilación.
  • Fotografías y Simulación. Una persona del consultorio médico te tomará fotografías de la nariz desde diferentes ángulos que formarán parte de la historia clínica del paciente y servirán para establecer un plan quirúrgico, a su vez, sirven como documento de registro legal. El cirujano utilizará estas fotografías en forma conjunta con un programa de simulación para mostrarte qué tipos de resultados postoperatorios son posibles en tu caso, explicarte que modificaciones haría para mejorar tu nariz y consultarte sobre gustos y objetivos personales. El médico usará estas fotos para realizar las evaluaciones sobre el antes y el después del procedimiento, como referencia durante la cirugía y para las revisiones a largo plazo. Lo más importante es que las fotos permiten hablar específicamente sobre los objetivos de la cirugía aunque no son una promesa de resultado ya que existen variables postoperatorias como la inflamación y la cicatrización que son impredecibles, por lo que la simulación se limita únicamente a eso, simular un resultado postoperatorio.
  • Expectativas y objetivos. Debes hablar con el médico sobre tus motivaciones y expectativas. El médico te explicará qué se puede y qué no se puede lograr con una rinoplastia y cuáles podrían ser los resultados. Es normal tener un poco de vergüenza al hablar de tu apariencia, pero es muy importante que seas sincero con el cirujano acerca de tus deseos y objetivos para la cirugía.
    Si tienes un mentón pequeño, el cirujano puede analizar contigo la posibilidad de realizar una cirugía para aumentar el tamaño del mentón. Esto se debe a que un mentón pequeño da la sensación de que la nariz es más grande. No es imprescindible someterse a una cirugía de mentón en este caso, pero puede ayudar a equilibrar el perfil facial.

– Evaluación funcional nasal y eventualmente otorrinolaringológica para descartar patología respiratoria rinosinusal oculta (desvío interno del tabique, poliposis, sinusitis crónica, etc) 

– Estudio de laboratorio (análisis de sangre): hemograma, glucemia, urea y coagulograma 

– Electrocardiograma con evaluación cardiológica prequirúrgica 

– Radiografía de tórax (no siempre es necesaria) 

– En los casos de patología rinosinusal concomitante se debe realizar una tomografía axial computarizada de macizo craneofacial sin contraste con reconstrucción ósea 3D

– En los casos de rinoplastía secundaria, terciaria, cuaternaria, etc., o en algunos casos de rinoplastías étnicas o postraumáticas donde se sospeche la necesidad de utilizar cartílago costal para una reconstrucción nasal se debe realizar una tomografía axial computarizada de tórax sin contraste con reconstrucción ósea 3D.

Si bien es una cirugía estética programada en pacientes de riesgo mínimo, generalmente jóvenes, que se realizaron todos los estudios preoperatorios y se encuentran aptos para someterse a una intervención, sigue siendo un tratamiento invasivo con mínimas pero eventuales complicaciones por lo que SIEMPRE se realiza en un quirófano habilitado por el ministerio de Salud. 

No es aconsejable realizar cirugías en consultorios médicos, ya que los pacientes requieren de una monitorización continua por parte de un médico anestesiólogo ya que son cirugías realizadas con anestesia general, en un lugar aséptico para cumplir con los estándares de seguridad para este tipo de intervenciones, y en instituciones que se encuentren con el recurso humano y edilicio capacitadas para resolver cualquier contingente que pueda ocurrir.

Una vez realizadas las consultas preoperatorias se asignará un día quirúrgico. Te enviaremos todas las indicaciones pre y postoperatorias en formato digital para que no tengas ninguna duda. Acompañado de un familiar (obligatorio) vas a internarte al Sanatorio acordado el día de tu cirugía de una a dos hs antes del procedimiento, estando en ayunas (para sólidos y líquidos). Una vez en la habitación el equipo de cirujanos y eventualmente el médico anestesiólogo se acercarán a despejar las últimas dudas. Se te ingresará a quirófano a la hora indicada y se realizará la cirugía. Posterior a la misma estarás un alrededor de media hora en una recuperación anestésica en el mismo quirófano y cuando el médico anestesiólogo de el ok retornarás a tu habitación. El equipo de cirujanos pasará a evaluarte y a hablar con tus familiares y una vez que te encuentres en condiciones (habiendo pasado de 2 a 4 hs) podrás retirarte a tu domicilio. Esto es lo que se conoce como internación ambulatoria.

Una vez que ingreses al quirófano se te presentará a todo el equipo. Te pondremos la música que te gusta escuchar. El médico anestesiólogo te va a contar del procedimiento, te colocará una vía intravenosa con suero y medicación y te despertarás pensando que han pasado tan solo unos minutos y la cirugía ya estará realizada. Te despertarás con la misma música y te enviaremos a descansar a tu habitación. 

La intervención quirúrgica demora aproximadamente entre 2 a 4 horas. Hay casos más complejos que requieren más tiempo de cirugía (como en rinoplastías que requieren uso de cartílago costal). Otras veces se requiere corregir la función nasal o una patología asociada, lo cual aumenta el tiempo quirúrgico.

No existen rinoplastías sencillas de realizar ya que representan un desafío importante para el cirujano cuando se tiene en mente un objetivo utópico. Pero existen rinoplastías que son aún más complejas y sin aquellas que se realizan en narices con rinomodelaciones previas (más cuando han sido sometidas a múltiples tratamientos o con rellenos no biodegradables), narices étnicas (afroamericanas o asiáticas) por la complejidad de su anatomía, narices postraumáticas o posquirúrgicas (por la impredecibilidad de su anatomía, la alteración de su vasculatura, la fibrosis y la cicatrización), las narices en pacientes con alta demanda de resultados estéticos y las narices en pacientes con pieles demasiado finas (muestran con claridad toda la técnica quirúrgica) o demasiado gruesas (no permiten lucir al detalle todo lo realizado). Además de todas estas variables, existen fenómenos impredecibles como son la inflamación y la cicatrización de los tejidos que pueden hacer variar estos resultados de manera muy diversa.

El tipo de cirugía que se realiza varía de paciente a paciente. Nunca dos cirugías son iguales porque nunca hay dos pacientes iguales. Tu cirugía va a realizarse luego de haberse estudiado tu caso con lujo de detalles y haberse establecido un plan quirúrgico que resuelva todos tus inesteticismos como se había planteado en la consulta preoperatoria y se había pactado durante la evaluación preoperatoria.

En el quirófano vas a encontrarte con varias personas y todas se van a encontrar realizando sus funciones para que tu cirugía y tu experiencia sea lo mas positiva y agradable posible. Vas a ver a el equipo de cirujanos plásticos, a un médico anestesiólogo, a una enfermera circulante, a una instrumentadora quirúrgica, eventualmente a un técnico en anestesia y quizás staff del sanatorio como personal de limpieza o jefes o supervisores de quirófano.

Nosotros preferimos la anestesia general por ser segura y lo menos traumática para el paciente. La anestesia general tiene el beneficio de mantener tu vía área protegida todo el tiempo, al mismo tiempo que nuestro anestesiólogo controla todos los parámetros a través de monitores y un seguimiento estricto. 

Los profesionales anestesiólogos que trabajan en nuestro Equipo son especialistas acreditados por la Asociación Argentina de Anestesiología y fueron seleccionados específicamente por su idoneidad en la materia y su responsabilidad profesional. Únicamente trabajamos con profesionales de nuestro Equipo estable de Anestesiólogos independientemente de la institución donde realicemos tu cirugía.

Posterior a la anestesia general una vez que termine la cirugía podés tener molestias mínimas en la garganta al tragar o deglutir, podés sentirte levemente nauseoso y somnoliento y en algunas ocasiones podés tener sensación de frío. Rápidamente se te pasará medicación para combatir cualquiera de estos signos y síntomas y se te llevará a una habitación calefaccionada.

Durante toda la cirugía vas a estar con anestesia general por lo que el procedimiento no es perceptible ni doloroso en ningún momento. Previo a la anestesia general lo único que va a molestar es el pinchacito para la colocación de la vía donde se te administrará la medicación anestesiológica. Y posterior a la cirugía el médico anestesiólogo te dejará un suero con medicamentos analgésicos, antiinflamatorios entre otros.

Por el tipo de cartílagos y pieles que tienen los pacientes que operamos es que generalmente realizamos rinoplastías estructurales, donde hay que dejar estructuras muy firmes sobre todo a nivel de la punta nasal para que las narices no se caigan con el paso del tiempo. 

Estas estructuras se realizan con cartílagos que generalmente se obtienen del septum o tabique cartilaginoso. En pacientes que se realizarán una rinoplastía primaria y que tienen septum muy débil o que ya hayan sido sometidos a cirugias estéticas nasales (rinoplastías) o funcionales (septumplastias) donde se haya utilizado ese septum o pacientes con traumatismos previos o deformaciones nasales la fuente principal de cartílago es el cartílago costal por lo que en estos pacientes se debe realizar una técnica adicional a la cirugía que es la obtención del cartílago costal a través de una pequeña incisión en el tórax.

Las rinoplastías prácticamente pueden asociarse a cualquier otra cirugía estética. 

Es muy común la realización de rinoplastías asociadas a otras cirugías faciales como bichectomia, blefaroplastias, lifting cervicofaciales, otoplastias, liposucciones faciales y a cirugías corporales como aumento mamario protésico, liposucciones corporales, abdominoplastias, entre otros.

El cirujano siempre debe tener en cuenta los beneficios y potenciales riesgos de asociar procedimientos teniendo en cuenta que un incremento del tiempo quirúrgico en mas de 3 hs de cirugía aumenta las potenciales complicaciones, por lo que a la hora de combinar procedimientos se debe pregonar siempre la seguridad del paciente por sobre cualquier otra premisa.

Luego de la cirugía vas a poder ver una férula de plástico (anteriormente un yeso) que se coloca en la nariz en la mayoría de los casos y permanece por un tiempo entre 6 y 15 días. Debajo de la férula existen cintas adhesivas que ayudan a contener la hinchazón y reducir los edemas. 

Puede que presentes algo de inflamación a los laterales de la nariz y que se puedan observar hematomas en algunos casos. En la columela (columna de piel que separa ambas fosas nasales), vas a tener una pequeña incisión en el caso de que tu rinoplastía haya sido con abordaje abierto y algunos puntitos que se retiran a la semana. Dentro de las fosas nasales vas a encontrar unos puntitos que se reabsorben y se caen solos. No usamos taponaje nasal por lo que vas a salir del quirófano respirando (inicialmente con algo de dificultad por inflamación de los tejidos). Y cubriendo ambas fosas nasales vas a tener una gasa – “bigotera”, que sirve para secar secreciones que salgan de las fosas nasales.

Normalmente nuestros pacientes realizan una internación ambulatoria por lo que después de la cirugía, estarás en una sala de recuperación post anestésica, en donde el personal médico te controlará hasta que te despiertes y te encuentres en condiciones de retornar a tu habitación donde deberás permanecer en cama con la cabeza elevada por encima del nivel del pecho para reducir el sangrado y la inflamación y se te colocará frío local a los lados de la nariz. Lo habitual es que más tarde ese mismo día regreses a tu domicilio (y continúes con estos cuidados) o, por el contrario, si tienes otros problemas de salud que lo ameriten o la cirugía se prolongue, podrías pasar la noche internado en la institución donde te operes.

El tiempo total de internación suele ser de una hora antes y tres horas después de la cirugía. Generalmente se deja reservada la cama para la noche por si el paciente prefiere más confort quedándose en el sanatorio.

Cuando se haya programado la cirugía, deberás pedirle a otra persona que te lleve a tu casa si la cirugía es ambulatoria (condición obligatoria) ya que te encontrarás imposibilitado de conducir.

Durante los primeros días posteriores a la anestesia, puedes sufrir fallas en la memoria, tiempos de reacción más lentos y alteraciones en las facultades mentales. Por lo tanto, coordina con un miembro de tu familia o un amigo para que te acompañe durante una o dos noches y te ayude con las tareas de cuidado personal mientras te recuperas de la cirugía.

Generalmente el posoperatorio de las rinoplastías no suele ser doloroso. Aunque los pacientes generalmente manifiestan molestias y sensación de congestión nasal, inflamación facial y dificultad respiratoria leve. Si hubiera dolor se puede tomar analgésicos tipo ibuprofeno o diclofenac. También indicamos analgésicos más potentes (de rescate) para aquellos pacientes con umbral de dolor más bajo.

El dolor es tan infrecuente que generalmente cuando aparece es un signo de alarma para evaluar desvíos en el curso normal del postoperatorio (infección, inflamación, etc.).

En la mayoría de los casos NO UTILIZAMOS taponaje nasal. Colocamos puntos de sutura internos que se reabsorben al cabo de unos días. Algunas veces colocamos 2 láminas de celulosa (material de placa radiográfica) que retiramos a los 10 días. De todas formas, durante los primeros 10 días, la nariz está algo obstruida por inflamación posoperatoria, costras y secreciones (se siente similar a un resfrío). La obstrucción cede paulatinamente. Recién a los 30 días se puede considerar la nariz completamente desobstruida.

Con el cambio de paradigma en la forma de realizar rinoplastías mediante el uso de los conceptos de la rinoplastía de preservación y la rinoplastía ultrasónica y haciendo más énfasis en lograr mejores resultados que en ganar tiempo quirúrgico el edema y la inflamación postoperatoria y los hematomas son cada vez menos frecuentes e importantes en los pacientes. Aunque es probable que hayan hematomas y que la inflamación sea casi la regla, estos aumentan con el correr de los días y hacen su pico máximo a las 72 hs. El 90% está resuelto a los 10 días. 

Es posible que se produzca hinchazón temporal o que tus párpados se vuelvan morados durante dos a tres semanas después de la cirugía de nariz. 

La hinchazón se verá más pronunciada durante las horas de la mañana y está muy asociada más que nada a pacientes de pieles gruesas. A veces se hincha toda la cara hasta el labio superior y la mandíbula, es normal. 

Para ayudar a la reabsorción de los hematomas y edema local se puede utilizar:

1. Frío local por debajo de los ojos y en el entrecejo con hielo envuelto en compresas (no directamente porque puede lastimar la piel).

2. Té de manzanillas: Es conocido por su efecto antiinflamatorio local. Es útil los primeros 10 días. Modo de uso: Hervir una olla con agua y preparar el té con saquitos de manzanilla o con la flor de manzanilla que se consigue en herboristerías (de preferencia). Luego dejar reposar durante unos minutos y agregar hielo a la solución. Aplicar los paños embebidos en la región inflamada durante 30 minutos cada 3 hs. como máximo.

3. Árnica: es un medicamento homeopático (no alopático). Se colocan 5 glóbulos de 30 ch debajo de la lengua cada 12 hs durante 2 días. También puede empezarse la ingesta el día previo. Los glóbulos no se deben tocar directamente con las manos. Se recomienda comprarlo en farmacias reconocidas. (no está demostrada su eficacia pero sí está demostrado que no hace daño alguno)

4. Elevar la cabecera de la cama: mejora un poco la hinchazón posoperatoria los primeros días.

5. La utilización de cintas y compresión, las férulas, la medicación antiinflamatoria no esteroidea, el corticoide de depósito inyectable intramuscular que se realiza en quirófano son todas medidas que se realizan destinadas a disminuir la inflamación lo más rápido posible.

6. En casos seleccionados se puede utilizar crema con heparina tópica (únicamente por indicación médica) para resolución más temprana de hematomas faciales.

Es normal y esperable durante las primeras 72 hs que puedan existir pequeños sangrados a través de las fosas nasales. Lo normal es que sean copiosos y sanguinolentos los primeros días para ir disminuyendo en cuantía con el correr de los días y tornándose mas acuosos. Recambiar la gasa colectora – bigotera (la que se encuentra por debajo de la nariz) las veces que sea necesario para mantener la higiene y evitar mancharse. Cuando cese el sangrado y las secreciones, se podrá quedar sin bigotera, generalmente a las 24 hs. No sonarse la nariz los primeros 15 días porque podría producir hemorragia nasal. Puede inspirar profundamente por la nariz sin riesgos.

No hace falta hacer una limpieza especial. Diariamente puede hacerlo con un cotonete embebido en solución fisiológica (hypersol), sin tironear fuerte de las costras para cuidar los puntos de sutura. Es normal tener costras y secreciones por varios días, a veces con un poco de feo olor, que solamente lo percibe el paciente. Puede colocarse gotas de solución fisiológica en los orificios para mejorar la permeabilidad de 2 a 3 veces por día. También recomendamos alguna crema o ungüento para la cicatriz.

Luego de retirarse las cintas de la nariz, la piel va a estar más seborreica, y se puede limpiar con jabón neutro una o dos veces y utilizar cremas hidratantes, astringentes y queratolíticas. Si la férula se saliera espontáneamente antes del tiempo previsto no hay que preocuparse porque implica que ya no cumplía función, pero conviene recolocarla y asegurarla con cintas por encima. También conviene comunicarle al cirujano del hecho.

No es necesario el reposo absoluto. Conviene guardar reposo los primeros 7 días o hacer actividades muy tranquilas. No hace falta estar en la cama. La resinserción social prácticamente inmediata tiene los beneficios de la mejoría del eventual dolor y el cese más temprano de la inflamación facial. Para actividades físicas aeróbicas se recomienda esperar de 2 a 3 semanas. Para actividades intensas anaeróbicas conviene esperar un mes.

Los primeros días de post-operatorio de la rinoplastía hay que dormir en decúbito supino (boca arriba) y evitar posturas como dormir de lado. Es de buena práctica dormir con las almohadas circulares de vuelos.

Tendrás controles presenciales con el equipo quirúrgico a las 24 o 48 hs de operado (según la cirugía) y posteriormente a la semana, a los quince días, al mes, a los 3 y a los 6 meses y al año de la cirugía. Estos controles de “rutina” servirán para controlar tu evolución postoperatoria, adecuar tratamientos y diagnosticar eventuales complicaciones o secuelas en forma temprana si se presentasen. De existir desviaciones del postoperatorio normal puedes ser citado con antelación al consultorio para tratamientos específicos en cualquier momento que se requiera. 

Paralelamente y con mayor énfasis, se harán controles médicos virtuales diarios los primeros días de operado. En estos controles podrás evacuar todas las dudas que se te presenten y enviar imágenes para consultas puntuales.

Los puntos de sutura se retiran entre los 7 y los 15 días. Algunas suturas (generalmente las internas) se dejan porque el organismo los reabsorbe sin necesidad de retirarlas.

En realidad no hay restricciones, pero se aconseja evitar la masticación excesiva (dieta blanda) y alimentos de temperatura natural a fría la primer semana.

Es habitual la sensación de náuseas durante las primeras 24 horas después de la rinoplastia debido a la anestesia general y para evitar estas molestias se recomienda hacer un dieta líquida.

Para bañarse hay que ingeniárselas para no mojar la férula y cintas de la nariz. Conviene lavar la cabeza por un lado y el cuerpo por otro. Evitar agua muy caliente. Algunos pacientes optan por ir acudir a una peluquería para lavarse la cabeza

Las actividades sin esfuerzo y dentro de la casa se pueden realizar a las 48 hs. Para retomar las actividades fuera de la casa se recomienda esperar 7 a 10 días. Para realizar actividades físicas intensas se recomienda entre 3 semanas y un mes.

No existen momentos ideales para regresar al trabajo, lo anhelado es la reinserción social y laboral temprana y esta va a depender estrictamente de tu evolución postoperatoria, del grado de inflamación que presentes, de tu umbral de dolor y del grado de confort en el que te encuentres. 

Es recomendable, quizás, para la mayoría de trabajos no regresar antes de la primer semana de operados o más en trabajos de alta demanda física y esfuerzo o riesgos potenciales de traumatismos. Aunque para trabajos “de oficina” u home office probablemente los tiempos puedan ser mucho antes. 

Los primeros 10 días a partir de la operación se pueden utilizar anteojos de lectura y anteojos oscuros debido a que van apoyados a la férula que protege la nariz. Luego de retirar el yeso es aconsejable no utilizar anteojos por el término de 4 a 6 semanas aproximadamente. 

En cuanto a las lentes de contacto se pueden comenzar a usar luego de tres horas de la cirugía sin inconveniente. En algunos casos, si se utilizan anteojos ultra livianos, se pueden apoyar sobre una cinta colocada en el dorso nasal luego de retirar la férula, sin complicaciones.

Los primeros 15 días son críticos ya que, en presencia de hematomas aún visibles, tomar sol implicaría dejar una eventual marca de color en la piel (como un tatuaje). Por lo que se aconseja el uso de protector solar (FPS 50 o superior) aún en exposiciones cortas y protegerse inclusive de la luz solar indirecta. 

Para poder tomar sol directamente se aconseja esperar entre 30 y 45 días de la cirugía por una cuestión de comodidad y de evitarse una sensación de hinchazón que a veces se produce por exposición temprana.

La cirugía es un procedimiento definitivo por lo tanto los resultados son permanentes. Es por esto que resulta imprescindible elegir profesionales con basta experiencia, meticulosos y dedicados 100% a la rinoplastía que puedan trabajar para brindarte el mejor resultado posible que te acompañe toda tu vida.

De todas formas, el resultado de la rinoplastía tiene cierto grado de variabilidad en el tiempo y va a depender de las características de los tejidos (peso de la piel, fuerza de los ligamentos y cartílagos), del sostén y estructuración que se le haya dado en la cirugía, de variables impredecibles como el paso del tiempo, la inflamación y la cicatrización. Por lo que al inicio la nariz se encuentra generalmente en una posición y con una forma que se va modificando con el correr de los días, semanas y meses. 

El objetivo siempre debe ser buscar resultados armónicos, naturales y estéticos, pero predecibles, equiparables y sostenibles en el tiempo.

Los pacientes de piel gruesa, sobre todo en la punta de la nariz, poseen la particularidad de que suelen tener postoperatorios con un grado mucho mayor de inflamación. Ademas que la definición que se quiere lograr en la cirugia generalmente se ve disminuida porque el envoltorio cutáneo oculta los detalles realizados por el cirujano.

Solemos realizar protocolos de piel gruesa para tratar estas particularidades desde el preoperatorio hasta las consultas finales. Aquellos pacientes con pieles gruesas que permitan una planificación quirúrgica mayor serán evaluados por la Dermatóloga especialista en piel del Staff para realizarse tratamientos de isotretinoina 2 meses antes de la cirugía por el tiempo de 4 semanas. Además algunos podrán ser sometidos también a protocolos de láser de co2, peelings o mesoterapias faciales en las consultas preoperatorias. 

Algunos pacientes requerirán en la cirugia aplicación de corticoides tópicos, uso de radiofrecuencia, peelings profundos o afinamientos del colgajo de piel y otros, en el postoperatorio, requerirán un mayor uso de corticoides (vía tópica u oral), nuevos protocolos de isotretinoina, peelings domiciliarios y compresión postoperatoria con férula por dos meses y con cintas hasta el año de la cirugía.

En cuanto se retira el yeso se pueden apreciar los cambios realizados. Hay que tener en cuanta que inicialmente la nariz se hincha y distorsiona el resultado. A los 2 meses de la cirugía se puede ver aproximadamente el 70% del resultado. El resto del edema que persiste solamente lo nota el cirujano y el paciente, pero no el resto de la gente. Se considera que la nariz sigue deshinchándose durante un año posoperatorio, por lo cual todavía, aunque mínimamente, se van a producir cambios.

El resultado definitivo se puede observar recién un año luego de la cirugía. Como guía aproximada, a los 2 meses se ve el 70% del resultado, a los 3 meses el 80% y a los 6 meses el 90%. Los primeros días después de retirar la férula, la nariz va a estar muy hinchada. Cuando se hincha de un solo lado, la nariz puede lucir un poco asimétrica temporariamente. La punta es lo que más tarda en deshincharse. Recomendamos no sacar conclusiones sobre el resultado durante los primeros 2 meses. En el caso de necesitar un retoque quirúrgico se suele esperar 6 meses, salvo excepciones.

Te hayas sometido o no a una rinoplastía, la nariz continúa sufriendo cambios a lo largo de la vida, es por ello que es difícil saber cuándo puedes notar el resultado final; sin embargo, al cabo de un año, la mayor parte de la hinchazón ya habrá desaparecido por completo.

Unos cambios muy pequeños en la estructura de la nariz, a menudo medidos en milímetros, pueden hacer una gran diferencia en la apariencia de tu nariz. La mayoría de las veces, un cirujano experimentado puede lograr resultados con los cuales ambos estén satisfechos. Pero en algunos casos, esos pequeños cambios no son suficientes, y tú y el cirujano pueden decidir hacer una segunda cirugía para lograr mayores cambios. Si ese fuera el caso, debes esperar al menos un año para la cirugía de seguimiento, ya que la nariz puede sufrir cambios durante ese tiempo.

Como en todo proceso quirúrgico, siempre existe un riesgo asociado de complicaciones. En el caso de un paciente joven, sano, que se somete a una anestesia general, para realizarse una cirugía estética, controlada y programada éste riesgo es mínimo. 

En lo concerniente a la intervención quirúrgica, las complicaciones que pueden aparecer son, afortunadamente, poco frecuentes y pueden presentarse de manera aguda, subaguda (luego de semanas o meses) y/o crónica (con el correr de los años).

Todo el equipo quirúrgico que interviene en la cirugia realiza múltiples tareas desde la primer consulta preoperatoria para reducir las complicaciones de estas intervenciones al máximo, desde el análisis físico exhaustivo, la realización de exámenes complementarios, la planificación quirúrgica, la simulación preoperatoria, las indicaciones preoperatorias, las múltiples maniobras realizadas durante el procedimiento por el equipo de cirujanos plásticos y el medico anestesiólogo, las indicaciones postoperatorias y el seguimiento continuo físico y virtual para diagnostico precoz y tratamiento oportuno de eventuales complicaciones.

Sin embargo, pese a todas este esfuerzo realizado, las complicaciones existen y algunas de ellas presentan un carácter imprevisible cómo la cicatrización y la inflamación patológica.

Las complicaciones pueden clasificarse en estéticas (de resultado) o funcionales, locales o sistemicas y según su tiempo de aparición. Las locales pueden ser inflamación aguda o crónica, edema crónico (predominantemente en punta nasal y dorso), infecciones aguda, subaguda y crónica, hematomas nasales o septales, hemorragias, seromas, necrosis de piel o partes blandas, cambio en la coloración de la piel (eritema, híper o hipopigmentaciones), cicatrización anormal en más (queloide o hipertrófica) o en menos (atrofia, retracción cicatrizal), trastornos en la conducción nerviosa periférica (anestesia, hipoestesia, hiperestesia o disestesia) de las zonas quirúrgicas, dehiscencias de heridas, etc. Las estéticas pueden ser asimetrías postoperatorias, inesteticismos como laterorrineas, asimetrías de dorso (visibles o palpables) o de narinas, retracción alar uni o bilateral, etc. Las funcionales pueden ser alteraciones ventilatorias postoperatorias (insuficiencia ventilatoria nasal uni o bilateral) ocasionada por edema o inflamación postoperatoria persistente, sinequias o valvulopatias, etc.

No existen cirugías sin eventuales complicaciones. Lo que se debe buscar es un equipo que realice un diagnostico precoz y un tratamiento oportuno de las mismas y te acompañe en el proceso de resolución de las mismas.

Las consultas postoperatorias y el seguimiento médico virtual diario son fundamentales y obligatorias porque son punto de contacto entre los pacientes operados y permiten el diagnostico y tratamiento oportuno y precoz de complicaciones. 

Los doctores Franco Moreschi y Leandro Vila Cheffer se encuentran a disposición para todos sus pacientes para poder comunicarse en el horario que se requiera en el caso de presentarse dudas o alguna situación fuera de la esperada.

Existen múltiples contraindicaciones relativas y absolutas para la realización de una rinoplastía estética y/o funcional. 

Es condición sine qua non que todos los pacientes tengan un excelente estado de salud, una estabilidad psicológica y ser realistas en sus expectativas postoperatorias. 

La edad también debe tenerse en cuenta. La mayoría de los cirujanos plásticos prefieren no realizar una rinoplastía hasta los 14 o 15 años en las niñas y algo más para los niños.

La rinoplastía no es aconsejable para mujeres en estado de embarazo o que estén lactando. 

No es conveniente la realización de esta intervención para personas con enfermedades cardiovasculares, metabólicas, alteraciones en la coagulación, etc. o que hayan tenido problemas anteriormente con cirugías o anestesias. 

Presencia de alteraciones psiquiátricas mayores no controladas con fármacos o no tratadas (psicosis; episodio maníaco, hipomaníaco, mixto, depresivo, dismorfia, etc) y abuso de consumo de alcohol u otras sustancias psicoactivas son excluyentes de tratamiento quirúrgico.

Problemas infecciones activas son una contraindicación relativa y es preferible posponer el tratamiento por unos días.

Por ultimo y no menos importante, los paciente que no logran comprender las directivas médicas ni la magnitud de la cirugía y las eventuales complicaciones son una contraindicación absoluta para este tipo de intervenciones.

Las rinoplastías primarias tiene una probabilidad de aproximadamente un 5% de necesitar una nueva cirugía de revisión. Las rinoplastías secundarias tienen una probabilidad de hasta un 25% de requerir una nueva cirugía.

A la hora de elegir tu cirujano es probable que quieras uno que realice rinoplastías con frecuencia, que le dedique la mayor parte de su tiempo al conocimiento de las técnicas y tratamiento de todas las variables de una nariz, que sea capaz de trabajar con distintos perfiles de pacientes, que resuelva narices étnicas, que sea capaz de identificar y tratar todos los inesteticismos nasales y resolver la patología funcional y que además tenga casos de revisiones y reconstrucciones nasales ya que son los casos más complejos donde se demuestra la verdadera capacidad técnica y pericia del profesional.

La mayoría de las rinoplastías son realizadas por cirujanos plásticos, cirujanos plásticos faciales, otorrinolaringólogos o cirujanos maxilofaciales. Nosotros somos médicos, cirujanos generales, cirujanos plásticos y estéticos y expertos en rinoplastía ultrasónica. Poseemos capacitación y certificación en estos campos y una larga trayectoria y pericia en la rinología y estamos dedicados full time al conocimiento integral de la estética nasal.

No es poco importante que el cirujano tenga muchos trabajos publicados en la literatura médica relacionados con la rinoplastía y si lo invitan a disertar en conferencias educativas, ese es generalmente un buen indicio de que sus colegas reconocen su pericia en rinoplastía. Es de gran importancia también la dedicación del mismo a estar en constante perfeccionamiento e instrucción, que realice asistencias a meetings, conferencias, fellowships, y ver que tu cirujano asista a congresos, jornadas, simposios o eventos nacionales e internacionales relacionados a la rinoplastía ya que en estos lugares es donde se aprenderán los detalles más importantes de la cirugía estética nasal.

Asegúrate de que te realizarán la cirugía en una institución o en un centro quirúrgico acreditado, certificado y avalado por el ministerio de Salud y que posea las condiciones edilicias y de recursos humanos para poder afrontar cualquier imprevisto en el curso de tu cirugía o postoperatorio. 

Es imprescindible contar con médicos anestesiólogos que sean parte integral del equipo quirúrgico y que se encuentren familiarizados con los conceptos modernos de la rinoplastía estética y funcional, ultrasónica, estructural y de preservación.

Es fundamental que el equipo que elijas tenga todo los recursos y el personal necesarios para acompañarte en este proceso. 

Es probable que además quieras un cirujano con excelente reputación entre los pacientes y otros médicos, ya que habla de su calidez humana y su ética profesional. Busca un cirujano que pueda ser capaz de explicarte en términos comprensibles que va a suceder antes, durante y después de la cirugía. 

Busca honestidad, confianza y seguridad.

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